Como alternativa para enfrentar la crisis financiera en el gobierno,
los legisladores del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Víctor García San Inocencio y María de Lourdes Santiago,
propusieron ayer una contribución mínima del 10% sobre el ingreso neto de las corporaciones y sociedades cuyo ingreso anual
sea mayor de $1,000,000.
La propuesta no afectaría la competitividad de las corporaciones pero
sí generaría más recaudos que las sometidas por el gobernador Aníbal Acevedo Vilá y la mayoría parlamentaria del Partido Nuevo
Progresista (PNP) para atender la crisis fiscal, según los legisladores, quienes estuvieron acompañados en la conferencia
de prensa del economista Edwin Irizarry Mora y el licenciado Carlos Frontera.
Esta alternativa liberaría a la clase trabajadora y a los sectores
más pobres de tener que sufrir un impuesto sobre las ventas.
La contribución consistiría en requerir el 10% del ingreso neto -después
de deducir todos los costos de operación y nóminas- a toda corporación que genere más de $1,000,000 en ganancias. “Aquellas
corporaciones y sociedades que bajo las presentes leyes pagan más de un 10% no pagarían más de lo que hoy pagan”, según
la medida.
Ni la reforma contributiva del PNP ni la del Partido Popular, tienen
una política fiscal dirigida a aumentar la aportación del sector corporativo al fisco.
La aportación más grande por concepto de recaudos en el año 2005 recayó
sobre los individuos y familias que aportaron $2,919 millones, mientras las corporaciones de capital foráneo aportaron tan
sólo $1,875 millones. “Es decir, las familias pagaron $1,044 millones más que las corporaciones”, dijo García
San Inocencio.
Según los legisladores, entre el 2000 y el 2004 esas corporaciones
sacaron de Puerto Rico $169,513 millones en ganancias. Hasta el 2005 hubo un aumento de $9,431 millones en repatriación de
ganancias con relación al año fiscal 2000. Sin embargo, durante el mismo periodo en que las ganancias enviadas al exterior
aumentaron sustancialmente, el impuesto sobre esas ganancias se redujo hasta llegar a sólo $23 millones en el año fiscal 2005,
lo que constituye el 0.07%. Mientras estas entidades multimillonarias tributan siete centésimas del 1% al sacar sus ganancias
del país, en Puerto Rico hay individuos y familias que pagan contribuciones hasta un 33%.
García y Santiago coincidieron en que de haberse implantado la contribución
mínima del 5% que han propuesto desde la campaña electoral sobre la repatriación de ganancias en el año fiscal 2005 se hubiese
recaudado alrededor de $1,579 millones adicionales por ese concepto.
Hicieron un llamado al país a no sucumbir ante “la presión y
el chantaje” que representa la campaña de histeria, miedo y ansiedad que en contubernio han desatado tanto el gobernador,
Acevedo Vilá, como el liderato del PNP en la Asamblea Legislativa para hacernos creer que la única forma de evitar el alegado
colapso eminente del las finanzas públicas -provocado en todo caso por ellos mismos- es asfixiando a los más necesitados mediante
la imposición de contribuciones y aumentos en el costo de los servicios públicos y eximiendo de responsabilidad a los grandes
intereses del país, dijeron los legisladores.