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Artículo sobre Gilberto Concepción de Gracia
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8 de julio de 2006
Gilberto Concepción Suárez, Hijo Abogado

Escuchar o leer a Gilberto Concepción de Gracia casi cuatro décadas después de su muerte es como recibir su palabra sobre la actualidad. Tal vez por razones un poco proféticas o quizás porque en más de medio siglo Puerto Rico sigue igual. “El voto independentista no se presta ni se vende ni se alquila; el voto independentista es para la independencia” son palabras con luz que, aunque han sido repetidas recientemente, fueron expresadas por primera vez por Gilberto Concepción de Gracia en situación parecida a la ocurrida recientemente.

También fue él el que denunció “la farsa del Estado Libre Asociado” como “la colonia perfumada” que mantenía en Puerto Rico el denigrante sistema, bajo el embozo de una soberanía esquiva y lejana. Tronó contra la dependencia; denunció el control del comercio y la industria por las multinacionales; condenó el abandono de la agricultura y la conversión del país en una plataforma de cemento.

Su prédica diaria explicaba la inmoralidad de un régimen en el que no había control propio de las comunicaciones, de la aduana, del correo, del servicio militar, de las transacciones económicas, de los aranceles, de la moneda y de las relaciones internacionales, entre otros asuntos fundamentales.

Su voz se elevó en protesta de la presencia de la corte federal, de la policía militar, del negociado de investigaciones federales, del Servicio Secreto, del ejército de los Estados Unidos, su marina de guerra y de la posesión de alguna de las mejores tierras del país con propósitos bélicos. Hoy, noventa y siete años después de su vida y a treinta y ocho años de su muerte, todo sigue exactamente igual. Con la misma fuerza de entonces, hacemos el compromiso de honrar al patriota, redoblando compromisos y esfuerzos en su partido.